ADRIANA GARCÍA (REUTERS)
WASHINGTON.- El número de hogares donde se habla un idioma extranjero en Estados Unidos, y en especial el español, ha aumentado en ocho millones desde el año 2000, según los datos de la Oficina del Censo estadounidense.
El aumento implica que actualmente un 19,7% de la población estadounidense mayor de cinco años habla un idioma foráneo, en comparación con el 17,9% registrado en 2000.
Ello se debe principalmente al crecimiento en la inmigración latinoamericana de los últimos años, según los expertos en demografía que han analizado los datos.
"El crecimiento predominante es en el mundo de habla hispana, pero los idiomas asiáticos también forman parte de eso en Estados Unidos", explica William Frey, demógrafo del Brookings Institution, un centro de investigación en Washington.
Estados tradicionales para los inmigrantes latinoamericanos, como California, Nuevo México yTexas tuvieron el mayor aumento.
Uno en cada 10 hogares en California vivió aislado lingüísticamente en los últimos seis años, lo que significa que cualquier persona con 14 años o más en ese grupo demostraba dificultades para hablar inglés.
Pese a eso, el número no refleja totalmente la realidad, según Frey, ya que los hijos de los inmigrantes casi siempre hablan inglés y lo adoptan como su idioma en las generaciones siguientes. "Los niños aprenden inglés a medida que crecen".
"Se ha demostrado que la segunda y la tercera generación habla inglés muy bien y el español pasa a ser una pequeña parte de su lengua", agregó.
Nuevos estados
El demógrafo explica que algunos nuevos destinos para inmigrantes se están transformando en puntos de atracción, lo que ha hecho que aumente rápidamente el número de los que hispanoparlantes.
La población ha crecido en localidades no tradicionales como Delaware, Nevada, Utah y hastaDakota del Sur, dijo Frey. "Esa es una tendencia que va a continuar", afirmó.
Los hispanos forman la principal minoría del país, con 43 millones de personas en una población de más de 300 millones. Entre los hispanos, se estima que 12 millones de inmigrantes ilegales, en su mayoría mexicanos, viven en el país.
Muchos de ellos, principalmente los que llegaron en años recientes, no hablan inglés y trabajan en más de un empleo, con largas jornadas para mantenerse en Estados Unidos y enviar dinero a sus familias, lo que dificulta su aprendizaje del idioma.
Grupos conservadores que intentan frenar la inmigración ven una amenaza a los valores y a la cultura estadounidense en la creciente popularidad del español y argumentan que los latinos se resisten a aprender inglés.
Pese a ello, el número de libros, discos y todo tipo de productos destinado al mercado hispano en el país esta en aumento.
Además, es común la señalización en ese idioma en aeropuertos, oficinas del Gobierno y todo tipo de tiendas.
"Hablar otro idioma no es necesariamente un retroceso, el bilingüismo es ampliamente visto como un 'boom' para una persona o para un país", dijo Jeanne Batalova, experta en inmigración en el Migration Policy Institute (MPI).
En un estudio reciente, el MPI mostró que si el Gobierno estadounidense gastara 200 millones de dólares anuales en clases en los próximos seis años, enseñaría inglés a todos los inmigrantes legales.
Y, si gastara otros 2.900 millones de dólares para enseñar a los que no tienen papeles, estaría garantizada la integración de todos los inmigrantes a la vida cívica estadounidense, dijo Batalova.